Me quiero referir al OCCA (órgano de control de cláusulas abusivas), dependiente del CGN. Su función es esencialmente informativa, pero su creación partió en su momento de una iniciativa, en la que tomé parte, que era bastante más ambiciosa, y que retomo en esta comunicación.

En efecto, la OCCA se dedica fundamentalmente a informar al consumidor sobre las cláusulas abusivas existentes, tanto las declaradas como tal por ley, como por sentencias firmes que se encuentren inscritas en el Registro de Condiciones Generales de Contratación; y a ofrecer jurisprudencia y doctrina sobre el tema.

La propuesta es reconvertir la OCCA en un instrumento mucho más activo y una herramienta efectiva por medio de la cual los notarios podamos participar en la detección, primero, de posibles cláusulas abusivas, y en segundo lugar, en su caso, su denuncia a los efectos de su anulación judicial. Sería un mecanismo con estas características:

1. Con carácter previo, el CGN habrá firmado convenios de colaboración, o mantenido contactos, con la Fiscalía General del Estado, la Asociación Española de Banca, organizaciones de consumidores, e incluso medios de comunicación, a los efectos que se dicen después.

2. Un notario detecta que en un documento público que va a autorizar o intervenir, existe un tipo de cláusula que puede considerarse abusiva (pero que, obviamente, no es abusiva por sí misma por disposición legal o sentencia firme que lo haya declarado, puesto que entonces hay que denegar sin más la actuación).

   Pone en conocimiento de OCCA la existencia de está cláusula, mejor con un pequeño informe de por qué considera que es abusiva.

3. El OCCA analiza dicha cláusula, y si considera que efectivamente tiene visos de ser abusiva, actuará en consecuencia, emitiendo un informe razonado en tal sentido. Después de ello (y de ahí los convenios que antes indicaba):

   • - Informará de la misma a la fiscalía, que es una de las que tiene competencias para ejercitar la acción de cesación, y por tanto de invalidación de este tipo de cláusulas, de acuerdo tanto a la Ley de Defensa de Consumidores y Usuarios, como la Ley de Condiciones Generales de Contratación.

   • - Informará de la misma a la banca, si, como es frecuente, es un contrato de proviene de una entidad financiera.

   • - Informará a las asociaciones de usuarios de esta circunstancia.

   • - E incluso publicitará como convenga, a través de los medios de comunicación, esta conclusión de la OCCA.

   Pueden ejercitarse todas estas acciones, o solamente una de ellas, o en un cierto orden, dependiendo de las circunstancias.

La idea fundamental de la propuesta es:

En primer lugar, proporcionar una herramienta útil a los notarios para desempeñar un papel activo en la materia de detectar, e incluso anular finalmente, cláusulas potencialmente abusivas.

En segundo lugar, por medio del OCCA, advertir de este peligro y quizá posibilitar un cambio de comportamiento, simplemente con esta advertencia, de modo que la cláusula sea voluntariamente eliminada por ejemplo por los bancos, sin necesidad de más.

En tercer lugar, colaborar con la fiscalía en caso de que la vía judicial sea la única forma de eliminarla, dotándola de un memorándum que le facilite la labor (y, de paso, animándole a que ejercite esa labor).

En cuarto lugar, pero no menos importante lugar, por medio de todo lo anterior y la información que se pueda ofrecer a la asociaciones de consumidores, los medios de comunicación, y la sociedad en general, ofrecer el mensaje de que el notario está verdaderamente implicado en esta cuestión, y que quiere ser muy proactivo, incluso por medio de instrumentos creados por el propio notariado sin exigencia legal. Algo, que, me temo, no es la imagen que transmitimos en la actualidad en esta concreta cuestión.