EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

1ª Ponencia | Sábado 10:00-11:00

Manuel Ángel Martínez García,
Notario de Barcelona
COLABORADORES:
- Jorge Díaz Cardoniga,
Notario de Vera.
-Emilio Roselló Carrión,
Notario de Barcelona.
- Valero Soler Martín-Javato,
Notario de Torelló.
ÁREAS A ANALIZAR:
  1. Objetivos: Seguridad del tráfico y defensa del consumidor, especialmente en la contratación en masa.
  2. Medios: Control de legalidad. Relación notarios y registradores. Registro Civil.

EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

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Autor: Fernando José Rivero Sánchez-Covisa, Notario de Madrid.

NOTARIADO SIGLO XXI

  ASPECTOS QUE CONTRIBUYEN A NUESTRA EVENTUAL OBSOLESCENCIA.

  1. Disparidad entre el grado de utilización de las tecnologías (que ya no son nuevas sino “viejas”) en la sociedad en general y en la empresa privada en particular, respecto a la escasa y cicatera aplicación que tienen en nuestras Notarías.
  2. Nuestro asesoramiento debe ser más proactivo, con independencia de la repercusión arancelaria que ello acarree. Ello va unido a la necesidad de un conocimiento más profundo por nuestra parte de áreas del Derecho en general poco dominadas por los Notarios: Derecho Internacional privado, Derecho Concursal, Propiedad Intelectual e Industrial, Derecho Bancario, Derecho UE, Tratados internacionales en general, etc.
  3. Nuestros documentos deben huir de la estandarización para adaptarse de verdad al supuesto concreto que contemplan.
  4. Debemos aparecer en los medios y en la red: menos pero con más calado e inteligencia y con mayor rendimiento en términos de popularidad y alcance social.
  5. Nuestra actitud ya hace mucho que no puede ser displicente y contemplativa: el Sr./Sra. Notario/a debe sumergirse en el antes, durante y después del otorgamiento de cada documento.
  6. Nuestros órganos corporativos están absolutamente desfasados. Y no sirven ya para casi nada.
  • ALGUNAS MEDIDAS TENDENTES A CONTRARRESTAR TAL SITUACION.
    1. Tecnología: a nivel interno y externo, desde el punto de vista fiscal-liquidatorio y por fin con el inevitable acceso directo sin intermediación de nadie a los Diarios de los Registros, utilización plena de las posibilidades técnicas de las que hace años disponemos, y financiamos todos, para nada.
    2. Preparación y asesoramiento: siempre hemos estado a la cabeza en preparación técnica jurídica. Hoy eso no es cierto, estamos por debajo no de la media quizás pero sí de la élite. No es suficiente con dominar las materias del programa de Notarías. Debemos seguir nuestra tradicional senda de formación contínua y de liderazgo en las iniciativas y desarrollos legislativos, de Derecho Privado al menos.
    3. Documentos: todos ellos, formen o no parte del protocolo o del libro-registro, deben ser nuestra personal sello de identidad, del Notariado y de todos y cada uno de los Notarios que lo conformamos. Debemos huir como de la peste de cualquier síntoma de estandarización (salvo cuando ésta sea consecuencia ineludible de la tipología de la operación VGR. Promociones inmobiliarias pero aun en este caso debe llevar nuestra huella).
    4. Medios y redes sociales: si no estás en ellos no existes. Debemos compatibilizar esa máxima, cierta, con la discreción que nos caracteriza y se nos exige. Aparecer poco pero muy bien y con rentabilidad. Hasta ahora nuestra política en esta materia es un absoluto fracaso.
    5. Actitud: es particular de cada Notario, sí, pero si todos propugnamos una actitud diferente, que suponga una marca del Notariado, los que no la sigan se quedarán fuera, probablemente del “mercado”.
    6. Organos corporativos: se impone una reforma integral de los mismos. El Presidente del CGN debe ser elegido por sufragio directo de todos los Notarios y debe estar obligado a solicitar excedencia, ordinaria y completa, de su Notaría, a cambio de convertirse en un servidor y representante permanente del cuerpo, en exclusiva, con un régimen exigente de prohibiciones e inompatibilidades durante su mandato y de la retribución, generosa pero suficiente para la responsabilidad, cierta y detallada, que se asume expresamente, que se contemple. Los Colegios deben reformarse en su totalidad, al igual que las Juntas Directivas con sus Decanos al frente, en materias como los turnos, la participación de los colegiados, los seminarios que debieran organizar y no lo hacen, el personal de los Colegios y su formación y rendimiento, etc.