EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

1ª Ponencia | Sábado 10:00-11:00

Manuel Ángel Martínez García,
Notario de Barcelona
COLABORADORES:
- Jorge Díaz Cardoniga,
Notario de Vera.
-Emilio Roselló Carrión,
Notario de Barcelona.
- Valero Soler Martín-Javato,
Notario de Torelló.
ÁREAS A ANALIZAR:
  1. Objetivos: Seguridad del tráfico y defensa del consumidor, especialmente en la contratación en masa.
  2. Medios: Control de legalidad. Relación notarios y registradores. Registro Civil.

EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

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Autor: Rodrigo Tena Arregui, Notario de Madrid.

Sumisión Capítulo primero.

Después de mucho pensarlo, K se decidió al fin. No pudo concretar qué razón de las muchas que circularon por su cabeza esas semanas pesó más –si que se le había quedado grande, si que alquilar le daba más libertad para largarse de un país que le hartaba, si que el dinero cuando le hacía falta era ahora…- pero esa tarde, sin darle más vueltas, venció sus últimos escrúpulos sentimentales y entró en la plataforma.

Desde 2018, cuando terminaron por imponerse frente a la férrea resistencia de los registradores las corrientes open data, el Registro de la Propiedad estaba abierto on line para cualquier interesado. Y completamente gratis. Todos los inmuebles del país tenían asignada, tras una descripción gráfica completa disponible también en 3D y realidad virtual (VR), una ficha de titularidad y cargas expurgada de cualesquiera datos personales. Poco tiempo después, la Agencia Estatal Registral llegó un acuerdo con una multinacional de subastas por Internet para incorporar una nueva aplicación: ofertairrevocable.com. Bastaba con que el dueño o dueños de la finca la ofreciesen en venta a un precio mínimo durante el periodo de tiempo que ellos eligiesen, para que se activase la subasta en beneficio de cualquier potencial interesado del planeta Tierra. Transcurrido el periodo de tiempo prefijado –y siempre que no se hubiera alterado la situación registral- aquél que hubiera ofrecido el precio más alto por encima del mínimo indicado adquiría y registraba automáticamente la propiedad; una vez, eso sí, activado y ejecutado el sistema de pago instantáneo.

Los sistemas de pago en tiempo real se habían empezado a desarrollar en Europa en 2014 cuando los principales bancos comerciales del Reino Unido lanzaron Paym. En ese año, 40 millones de británicos ya podían transferirse efectivo con la misma facilidad con la que enviaban un mensaje de texto. En 2015, cincuenta bancos italianos se unieron bajo la plataforma Jiffy para facilitar los pagos móviles entre personas. En España la cosa fue un poco más lenta, como es habitual en nuestro país, pero en julio de 2016 nació la primera plataforma conjunta de la banca española con el apoyo de cuatro grandes entidades –Santander, BBVA, Caixa Bank y Sabadell- operando bajo el nombre de Bizum. En 2024 el sistema estaba absolutamente perfeccionado.

Cuando se producía la adjudicación del inmueble al mejor postor, el sistema informático transfería automáticamente el dinero a la cuenta del transmitente en tiempo real, una vez deducidas o sumadas (dependiendo de los casos) las -así llamadas- cantidades colaterales. La principal solía ser la correspondiente al saldo deudor del préstamo hipotecario que gravaba la finca. Esta se transfería a su vez al Banco que generaba automáticamente la carta de pago y correspondiente cancelación registral de la hipoteca. A ellas había que añadir las cantidades pendientes de pago por gastos de comunidad y suministros (que de la misma manera automática se remitían a las correspondientes cuentas), los impuestos municipales, autonómicos y estatales (porque muchas cosas habían cambiado durante esos años en España pero no su distribución territorial) y la tasa registral en beneficio del Estado. Sin ejecutar estos pagos el cambio registral no quedaba cumplimentado.

K sonrió recordando el día, hace ya tantos años, que compró la vivienda que ahora se disponía a vender. Rememoró la tensión de los firmantes cuando descubrieron, ya en la notaría, que en el cheque bancario había un pequeño error en un apellido, y también el lío que se organizó con un IBI que apareció impagado en el último momento y con la provisión de fondos del banco. Ahora todo era más fácil, desde luego, pero no dejaba de tener la misma sensación de vértigo. Introdujo el índice en el detector digital y de pulso/tensión y acercó su iris al medidor biométrico, que lo comparó con su huella digital. Completó el cuestionario aleatorio y pasó el control informático de identidad y capacidad sin mayores problemas. Ya estaba en su ficha registral con la aplicación de venta abierta y disponible….

Continuará…