EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

3ª Ponencia | Sábado 17:00-19:00

David Hurtado Cañas,
Notario de La Carlota
COLABORADORES:
Luis Bustillo Tejedor,
Notario de Felanix.
Jesús María García Martínez,
Notario de Oviedo.
Fernando Puente de la Fuente,
Notario de Burgos.
ÁREAS A ANALIZAR:
  1. El Notariado como cuerpo único.
  2. El Colegio como eje vertebrador de la estructura corporativa: Transparencia y participación. Su financiación.
  3. El Consejo general del Notariado; análisis de los sistemas alternativos de elección.
  4. Control de las cuentas del Consejo y sus Organismos dependientes.

EL NOTARIO Y LOS RETOS TECNOLÓGICOS

Volver a la Ponencia 3

Autor: Miguel Vicente-Almazán Pérez de Petinto, Notario de Madrid.

La reforma de la organización corporativa del notariado, concretamente la elección del Presidente y de los miembros del CGN, es asunto de vital importancia. El sistema actual de designación y funcionamiento es probadamente deficiente y es por tanto urgente su modificación.

¿Porqué?

1.- Por la importancia de las funciones que ejerce el CGN tras la reforma del Reglamento Notarial aprobada en 2007. Esta reforma, que adaptó la organización territorial de los Colegios Notariales al Estado de las Autonomías, dio la representación del notariado al CGN en detrimento del “poder” de los Colegios. El Consejo es, por tanto, quien define la política corporativa y el valedor del notariado ante el Gobierno y las instituciones estatales, que son quienes en definitiva legislan y deciden sobre el notariado y la función notarial. No en vano el notariado es un cuerpo estatal. Mal puede el Consejo cumplir sus funciones si la regulación del propio órgano es su primera traba.

2.- La lógica nos dice que precisamente por la importancia de su función, los miembros del CGN deberían acceder al cargo habiéndose preparado previamente para ejercerlo, habiendo seleccionado a las personas adecuadas para formar un equipo homogéneo que llegase habiendo reflexionado sobre lo que se debe hacer y con un proyecto o programa de actuación concreto, presentado al notariado en general y apoyado por la mayoría. Es una cuestión de sentido común.

3.- La realidad es la contraria. Acceden al cargo de miembros del CGN los 17 decanos tras haber sido elegidos en sus respectivos colegios. Puede que ni se conozcan entre sí. Lo que es seguro es que llegan sin un proyecto común sobre lo que conviene hacer. Es imposible que lo tengan porque hasta el día en que automáticamente pasan a formar el CGN no sabían quienes iban a ser sus miembros. Por ese motivo los electos se reúnen tras su nombramiento y a partir de ahí empiezan a pensar a quién eligen Presidente, quiénes van a formar parte de la Comisión Permanente, qué prioridades nos marcamos, qué plan vamos a seguir … es decir, es en ese momento cuando se preguntan ¿y ahora qué hacemos? Sencillamente un despropósito.

4.- El sistema de elección indirecta actual del CGN vemos por tanto que no es razonable. Pero podríamos pensar que al fin y al cabo todos son notarios y tienen el interés común del bien del notariado. Razón por la cual podemos pensar que necesariamente todo va a ir como la seda: suave y de calidad. Pero la tozuda realidad desmiente estas expectativas. Enseguida se manifiestan los muy humanos personalismos, las filias y fobias, los intereses y ambiciones de poder, siempre, por supuesto, en nombre de la mejor de las voluntades y la convicción de creerse poseedores del criterio más acertado sobre la política a seguir.

5.- La experiencia de estos últimos años nos ha mostrado la consecuencia práctica de la actual forma de elección del CGN: un consejo dividido, enfrentado y esterilizado por personalismos, ambiciones y luchas internas que a duras penas y con enorme desgaste personal ha logrado sacar adelante los temas más graves, pero que no ha podido ejercer una labor de fondo, desarrollar un proyecto sólido, esencial para el diseño del futuro.

5.- Urge por tanto prever un cauce de elección del órgano supremo del notariado que sea razonable para su eficaz funcionamiento, representativo del notariado, de todos y cada uno de los notarios. Se ha hablado y trabajado mucho sobre ello en los últimos años. Hay una importante sensibilización al respecto en el notariado. Estas jornadas deberían sentar las bases para esa reforma necesaria.